jueves, 13 de noviembre de 2014

Del muro de Berlín al muro de Jerusalén



Derribado hace veinticinco años, el muro de Berlín se convirtió en un sitio histórico y turístico que se visita como la Muralla china, esa defensa que protegía el imperio medio de los nómadas que llegaban del norte durante cerca de 2000 años.

Desde 1961, el muro de Berlín fue el símbolo emblemático de una cortina de hierro a la vez geográfica, entre el este y el oeste de Europa, e ideológica, entre el capitalismo y el comunismo. Su destrucción fue como un seísmo de escala mundial, pero como un seísmo, esta destrucción produce réplicas inquietantes a las fronteras de la actual Rusia. Podríamos decir que el muro de Berlín aun se sigue moviendo.

Pero sobretodo, el muro de Berlín tiene una numerosa descendencia. Desde su destrucción, más de cincuenta muros fueron construidos a través del mundo. Unos, para disuadir a los emigrantes, como el construido entre Estados Unidos y Méjico o entre Melilla y Marruecos. Otros separan pueblos como los de Israel y Palestina.

La fiesta en Berlín no puede ser total, no solo por los problemas de Ucrania, también en razón del incendio que se está preparando entre Israel y palestinos.

El muro de separación, la colonización, las humillaciones, las frustraciones, las destrucciones y los muertos de Gaza, un  futuro incierto, todo lleva a una tercera Intifada, después de las de 1987 y 2001.

El muro de Berlín terminó cediendo ante la presión de los ciudadanos asfixiados por un sistema opresor, pero también fue necesaria la aparición de un dirigente soviético lucido y con ideas claras, Mihail Gorbatchev, que prefiere la libertad de los pueblos a la represión de los carros. Con Vlademir Putin, el muro de Berlín estaría en pie.

En Oriente Próximo, la presión popular aun está contenida por la potencia militar de las fuerzas armadas Israelíes y, Benyamin Ntetanyahu nunca será el Gorbatchev de Israel. La presión debe llegar de la comunidad internacional, con el reconocimiento de Palestina como lo hizo recientemente Suecia o recientemente el jefe de la diplomacia europea en Jerusalén.

Esa presión puede dar resultados. Israel cuenta con EEUU, pero Washington también se cansa. El estado Hebreo debe su existencia al reconocimiento de las Naciones Unidas en 1947. Un aislamiento internacional tocaría el corazón mismo de su existencia!



viernes, 7 de noviembre de 2014

Descubierta una práctica escandalosa

 
Es un enorme escándalo! Nadie es tan ingenuo como para ignorar los montajes jurídicos operados por las grandes empresas internacionales.
La investigación realizada por un grupo de periodistas internacionales, no pone a descubierto solo el eje de evasión fiscal que es Luxemburgo, también las grietas de la reglamentación internacional en materia de imposición fiscal de las empresas.
Aquí también existe una paradoja. La Unión Europea que presiona a los estados para que lleven a cabo una mayor liberalización de su economía, permite paraísos fiscales en su seno. Eso pone en evidencia que quien maneja realmente las cuerdas de las marionetas del poder son las multinacionales.
Legalmente y moralmente, cada uno debe pagar sus impuestos allí dónde gana su dinero. Eso es válido para las personas y debería serlo también para las empresas!
Para las personas, el intercambio automático de información pondrá fin al secreto bancario y terminará con la evasión y el fraude fiscal.
Para las empresas, nada de eso. La práctica es la optimización fiscal, es decir, encontrar los mejores medios para no pagar impuestos o lo menos posible.
Para Luxemburgo esta práctica es su deporte nacional. El Gran Ducado implantó unas normas administrativas que permiten, a las empresas extranjeras, escapar al fisco del país donde realizan sus actividades

El campeón de esta actividad es Ikea, número uno del mueble desmontado. No sorprende que su patrón sea uno de los hombres más ricos del mundo. No es el único, los resultados de la investigación dan una lista de más de 300 empresas que se benefician de las ventajas luxemburguesas, de las cuales, 67 son suizas y esto no es un chiste. Suiza, presionada de todas partes por sus ventajas fiscales “ventajosas para las multinacionales”, es también víctima del sistema.
El descubrimiento de estas prácticas escandalosas debería llevar a su prohibición a nivel internacional. No será simple, los gobernantes siempre ceden ante la potencia financiera de las multinacionales. Tampoco se puede contar con Luxemburgo puesto que quiere inscribir en sus leyes la práctica denunciada.
El nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, antiguo ministro luxemburgués, no es el más indicado para hacer de policía vigilando prácticas que el mismo encubrió. Junker, dejó en este asunto su credibilidad. Lo más normal, coherente y ético sería que presentase su dimisión.