Europa es un
potente polo de atracción. Representa una esperanza de vida y un posible
trabajo para millones de personas que apenas sobreviven en la miseria y que ven
llegar por las televisiones imágenes de un paraíso en la tierra.
Otros, como los
Sirios, no tienen otra alternativa para escapar a la guerra. Para ellos, Europa
es la primera condición de un seguro de vida. Pero Europa, que necesita inmigrantes
para compensar su demografía y reflotar su economía, se atrinchera para bloquear
el acceso a la mayoría de inmigrantes, juzgados indeseables.
A pesar de todo quedan agujeros y
la pequeña isla italiana de Lampedusa es uno de ellos, solo está a cien
kilómetros de la costa tunecina.
Lampedusa está desbordada
Lampedusa está
desbordada y se olvida de su alma cuando trata como bestias, o algo peor, a los
refugiados que llegan desesperados.
El día
internacional de los emigrantes, fue un día de vergüenza que no merecía llevar
ese nombre. En unos minutos, las imágenes difundidas por una cadena italiana dieron
la vuelta al mundo, mostrando el escandaloso trato reservado a seres humanos
por el llamado primer mundo, (parece ser civilizado), mostrando el trato
indigno a seres humanos huyendo de guerras y hambrunas. Seres humanos agotados,
desvalijados y con frecuencia violentados por bandas criminales antes de
embarcar en pateras podridas.
Esas imágenes
nos recordaron a los campos de concentración de épocas que creíamos
desaparecidas en el túnel del tiempo.
Lo que pasa en
Lampedusa, o en otros puntos, como en Melilla, es una vergüenza para Europa.
Después de los 400 muertos del trágico naufragio en las aguas de la isla, las
imágenes sobre la escandalosa gestión de Lampedusa, deberían hacer pensar a los
jefes de Estado que tienen que hacer algo para lavar esas manchas negras de la
conciencia europea.
Europa debe
empezar por poner orden en su propio territorio, es evidente, pero también es
necesario que los países del sur del Mediterráneo hagan algo para limitar el
tráfico de seres humanos.
La vergüenza de
Lampedusa empieza en esos países con el tráfico de seres desesperados, a merced
de las bandas criminales con la promesa de llegar al dorado…