lunes, 29 de septiembre de 2014

Manuel Valls salvó los muebles

 

 
El primer ministro francés Manuel Valls salvó lo esencial, obtuvo la confianza de la mayoría de la Asamblea nacional el 16 de septiembre, pero esa mayoría está a la altura de su índice de popularidad y de confianza, como la de su presidente, en constante erosión…
Once de los 290 diputados socialistas no votaron la confianza al primer gobierno de Vallas el 8 de abril pasado. Esta vez fueron 32, tres veces más, es decir Manuel Valls no consiguió convencer a los diputados socialistas, solo pudo salvar los muebles.
Ese voto de confianza no es una sorpresa, el conjunto de la izquierda francesa no se reconoce en la política social-liberal del Primer ministro socialista francés y del Presidente Hollande, pero la izquierda no podía suicidarse provocando la dimisión de su propio gobierno. Votando mayoritariamente contra el Gobierno de Valls, llevaría a este a disolver la Asamblea nacional y convocar nuevas elecciones, esto sería un desastre para los socialistas. Descontentos sí, kamikazes no.
Que esa confianza sea pequeña no es una sorpresa. La remodelación del Gobierno Valls no permitió revertir la mala situación económica y laboral esperada por los franceses.
Francia continua cayendo, el crecimiento no se ve en el horizonte, el paro aumenta, la deuda sigue cuesta arriba. Esto hace crecer la desconfianza de los franceses y de sus propios diputados. Francia duda y se desespera, el voto de confianza refleja el sentimiento de los franceses…
Manuel Valls no pudo convencer a los suyos conservando el rumbo de una política que no demostró resultados. Su discurso no ofreció nada nuevo, solo una o dos proposiciones menores que no serán suficientes para esperar un cambio importante.
El cambio necesitaría el anuncio de medidas fuertes, la determinación de reformas importantes. Manuel Valls se contentó con un diagnostico de la situación y el recuerdo de medias medidas tomadas. Solo buscó preservar su mayoría parlamentaria, una decisión arriesgada… Su mayoría se diluye y su política, si no da resultados rápidamente, lo llevará a la puerta de salida de Matignon…