miércoles, 11 de febrero de 2015

Un arma para Ucrania... ¡!a diplomacia!


La intensificación de los combates en Ucrania me hace pensar si es necesario dar armas a Ucrania, Kiev las pide!, en EEUU, Barack Obama lo piensa pero duda, para no dejarse arrastrar en un enfrentamiento directo con Rusia y porque además Rusia sigue siendo un aliado útil en las negociaciones actuales sobre la producción nuclear en Irán. El vicepresidente Joe Binden ya lo dijo: la solución en Ucrania es política, no militar.

La UE rechazó toda ayuda militar a Ucrania y optó por un arma menos peligrosa, las sanciones económicas, sin que Putin mueva sus fichas en Ucrania!. Esas sanciones hacen daño en Moscú pero también dañan a Europa, particularmente a España que con las elecciones en el horizonte, el Ministro Margallo no quiere tener problemas con los agricultores!

Al contrario, el presidente ruso consiguió un gran apoyo popular. Putin piensa más en geopolítica que en economía y solo conoce un lenguaje, el de la fuerza! Las armas le permitieron anexionar Crimea el año pasado! Ahora le permiten avanzar sus peones, vía los separatistas y tropas rusas, en el este de Ucrania, para tomar lentamente su control.

La UE está dividida sobre lo que se debe hacer. Endurecer las sanciones sigue siendo posible, pero es un arma limitada. Los países Bálticos y Polonia, aún traumatizados por la ocupación soviética son favorables a una ayuda militar a Ucrania, los otros con Francia y Alemania a la cabeza, están en contra.

Hasta dónde permitir maniobrar a Putin? Frente a la fuerza, a veces es necesario emplear la fuerza. La OTAN, lo hizo en Bosnia y Kosovo para parar los pies al serba Milosevic, se hizo en Libia y se sigue haciendo contra los yihadistas.

Armar Ucrania puede ser un arma de doble filo. Podría hacer retroceder a Putin o llevar a la UE a un conflicto generalizado! Comenzar una guerra parece fácil, poner fin es mucho más complicado!

Solo la diplomacia debiera ser el arma válida! Es necesario encontrar un compromiso con Rusia sobre Ucrania y más ampliamente sobre las relaciones entre este y oeste. Queda por saber si Putin es capaz de entenderlo!

No me puedo acostumbrar a ver las imágenes en la TV de esa pobre gente mirando las ruinas de sus casas, consecuencia de una guerra absurda donde todos pierden, salvo los fabricantes de armas y algún megalómano con ansia de gloria y popularidad bárbara!



lunes, 2 de febrero de 2015

De Atenas a Madrid, el mismo rechazo...


Podemos llenó el aforo en Madrid. Esta formación política de izquierda llenó, el sábado, la puerta del Sol en la capital de España, el mismo sitio donde nació el movimiento de los indignados en 2011. Un éxito incontestable para la primera manifestación pública de este joven partido.

Podemos lo había previsto antes de que se conociera la fecha de las elecciones en Grecia. La victoria electoral de Syriza en el País Heleno, espoleó a muchos españoles. Podemos espera hacer lo mismo que Syriza en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo próximo y en las legislativas de 2016
Como Syriza en Grecia, Podemos en España nace de un doble rechazo. El primero es el rechazo al régimen de austeridad impuesto por Europa y las instituciones financieras internacionales. Este hecho es determinante en Grecia. Cinco años después del comienzo de la crisis y ocho planes de austeridad más tarde, los Griegos están asfixiados. Después de ser obligados a apretarse duramente el cinturón, ven como ese régimen de adelgazamiento, que les aseguraban era necesario para levantar el país, lo hundió un poco más.
Las últimas elecciones ofrecieron a los griegos la oportunidad de lanzarse a los brazos del partido que les prometía aflojar un poco la soga que tenían atada al cuello.
La situación española es diferente a pesar de sufrir duras medidas de austeridad. Los indicadores económicos y las autoridades aseguran que la economía empieza a mejorar, con empleo precario y mal remunerado, cierto, pero la gente que estaba en paro ve una oportunidad para mejorar su situación. La anti austeridad ya no es el único carburante de las protestas en España.
En España, como en Grecia, la izquierda radical vuela como un globo aerostático sobre otro rechazo, el de la clase política tradicional. Los españoles como los griegos no creen en los partidos que acaparan el poder en alternancia y que son responsables de la mala gestión del país.
Ese desencanto se manifiesta de forma más radical en Atenas, dónde Syrizia amenaza con la ruptura de los compromisos adquiridos por los anteriores Gobiernos, mientras que en España Podemos habla de reformismo.
Reducir las dos formaciones a la sola recuperación populista no es suficiente. La victoria en Grecia y el éxito de Sol, debería llevar a una profunda reflexión a los partidos tradicionales sobre un sistema económico asfixiado y un sistema dirigente poco inspirado!