

No será este año que el Rey se rehará una buena salud
Una de sus hijas,
Cristina, inculpada por fraude fiscal y blanqueo de dinero, estaría involucrada en
la malversación de fondos de la que
está inculpado su marido Iñaki Urdangarin. Apartada de todos los actos
oficiales de la Casa Real, Cristina y su familia se refugiaron en Ginebra el
verano pasado. Una huida deshonorable que parece una declaración de
culpabilidad.
Esta inculpación llega en el
peor momento para España.
El
Rey llegó a beneficiarse de una amplia popularidad. Al principio de su reinado
pocos lo tomaban en serio y en contra de lo esperado, poco a poco se convirtió
en el garante de la transición hacia la democracia a la muerte del dictador
Franco.
El Rey también se
convirtió en el garante de la unidad española ante las reivindicaciones
separatistas catalanas y vascas.

La inculpación de la
Princesa llega en mal momento para el
Rey. A los problemas de salud se añaden los escándalos. El Rey pasó 8 veces por
el quirófano desde 2009 y aún no está recuperado de la última operación.
En 2011 se descubrió el
caso de Iñaki y Cristina. En 2012, momento en el que los españoles se ahogan en
la crisis, el Rey se va a Botswana a una cacería de elefantes que cuesta
37.000€. En esa cacería el Rey se rompe una cadera y los medios de comunicación
se hicieron eco de la amistad con Corina zu Sayn-Wittgenstein.


Después de todo seguiría
el ejemplo de la reina Beatriz de Holanda o del rey Alberto II de Bélgica que
ambos sintieron la necesidad de dar el relevo.



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