domingo, 19 de enero de 2014

Jaque mate al Rey






No será este año que el Rey se rehará una buena salud

Una de sus hijas, Cristina, inculpada por fraude fiscal y blanqueo de dinero, estaría involucrada en la malversación de fondos de la que está inculpado su marido Iñaki Urdangarin. Apartada de todos los actos oficiales de la Casa Real, Cristina y su familia se refugiaron en Ginebra el verano pasado. Una huida deshonorable que parece una declaración de culpabilidad.

Esta inculpación llega en el peor momento para España.

El Rey llegó a beneficiarse de una amplia popularidad. Al principio de su reinado pocos lo tomaban en serio y en contra de lo esperado, poco a poco se convirtió en el garante de la transición hacia la democracia a la muerte del dictador Franco.
El Rey también se convirtió en el garante de la unidad española ante las reivindicaciones separatistas catalanas y vascas.
La Casa Real se tambalea en el momento en que Catalunya espera votar el 9 de noviembre y proclamarse independiente después del referéndum.
La inculpación de la Princesa llega en mal  momento para el Rey. A los problemas de salud se añaden los escándalos. El Rey pasó 8 veces por el quirófano desde 2009 y aún no está recuperado de la última operación.

En 2011 se descubrió el caso de Iñaki y Cristina. En 2012, momento en el que los españoles se ahogan en la crisis, el Rey se va a Botswana a una cacería de elefantes que cuesta 37.000€. En esa cacería el Rey se rompe una cadera y los medios de comunicación se hicieron eco de la amistad con Corina zu Sayn-Wittgenstein.
No faltan las polémicas o  palabras inconvenientes, como cuando dijo que el paro de los jóvenes no le quitaba el sueño. Todo eso va minando la credibilidad del Rey, a tal punto que la mayoría de españoles quiere que abdique, pero él se agarra al Trono a pesar de la inculpación de su hija Cristina, hecho este, que puede hacerle cambiar de parecer.
Después de todo seguiría el ejemplo de la reina Beatriz de Holanda o del rey Alberto II de Bélgica que ambos sintieron la necesidad de dar el relevo.
Abdicar en su hijo el príncipe Felipe, que mantiene cierta credibilidad entre la opinión pública española, sería el medio más seguro para prolongar el reino de los Borbones. Si esto no sucediese, muy probablemente un ambiente de fin de reino podría empezar a expandirse por Madrid y el resto de España, con los nacionalistas a la cabeza reclamando la instauración de la tercera república.


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