El martes día
11, en Japón se guardo un minuto de silencio. Un minuto de silencio por tres
años de sufrimiento, cuando se
necesitaran siglos para que el fuego de las llagas nucleares se calme en
Fukushima.
Seamos realistas,
en esta parte del mundo no nos acordaríamos de la terrible catástrofe del 11
de marzo de 2011, si el tsunami mortal no tocase la central nuclear.
Pensemos en los
20 000 muertos y desaparecidos tragados por la ola gigantesca, pero no
olvidemos a las más de 270 000 personas que siguen sin poder regresar a la zona
siniestrada y a partir de ahora, la angustia de los muertos futuros y los
primeros canceres, sobretodo en jóvenes.
La tarea que
espera a Japón es enorme. El desmantelamiento de la central nuclear, una
operación de alto riesgo, podría durar cerca de cincuenta años.
Las centenas de
miles de toneladas de agua, indispensable para refrigerar los reactores, poco a
poco se infiltran en la napa freática con un resultado aterrador: el volumen de
agua radioactiva no deja de aumentar! Al final no quedará otra opción que
evacuarla de forma “controlada” hacia el mar, dicen, sin sonrojo, los
ingenieros…
El terremoto y
el tsunami mataron de forma fulgurante, el accidente nuclear es más perverso,
siembra la muerte sin que se puedan medir las consecuencias de ese accidente
atómico.
Fukushima tuvo
un efecto benéfico, el de haber despertado las conciencias ante el peligro
incontrolado de la energía atómica que actualmente, se puede sustituir por
otras menos peligrosas y menos caras.
Hoy el olvido
amenaza. Francia prometió cerrar Fessenheim en 2016 pero la prolongará, para compensar,
la vida de otros reactores. China, Turquía o Gran Bretaña continúan confiando
en el uranio. Japón, que lleva
funcionando meses sin ninguna energía atómica, espera retomar la explotación de
los reactores juzgados seguros.
Fukushima puede llorar, llorar por no haber servido de nada…
También pueden ver la entrada:
Las mariposas mutantes de Fukushima, en: http://raulcortes.blogspot.com.es/2012/08/mariposas-mutantes-en-fukushima.html
Fukushima puede llorar, llorar por no haber servido de nada…
También pueden ver la entrada:
Las mariposas mutantes de Fukushima, en: http://raulcortes.blogspot.com.es/2012/08/mariposas-mutantes-en-fukushima.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario