miércoles, 14 de enero de 2015

Charlie: El choque, el sobresalto, las cuestiones

Después del choque y la emoción de los atentados de Paris, el sobresalto. El sobresalto primero de la población, que desde la tarde del atentado contra Charlie-Hebdo, salía en masa a las calles de Paris y en España como en toda Europa.
Esta gigantesca movilización ciudadana demuestra que cada ciudadano comprendió perfectamente que estos crímenes atentaban contra la libertad de prensa, contra la libertad de todos, contra los valores fundamentales del Estado de derecho democrático que preserva la exigencia primera de la sociedad: la de vivir juntos en el respeto de las diferencias.
Ese formidable y reconfortante sobresalto popular, muestra a esta sociedad occidental que con tanta frecuencia se la acusa, sobretodo por los fundamentalistas, de su materialismo y su depravación, sigue siendo una sociedad despierta, vigilante, movida por un profundo ideal republicano. Una sociedad que sigue en pie frente a los terroristas que intentan ponerla de rodillas.
Sobresalto, también, de los dirigentes políticos. El desfile espectacular de unos cincuenta jefes de Estado en París rodeando a François Hollande, tenía peligro a pesar  del importante despliegue de las fuerzas de seguridad. Este histórico desfile también demostró, de manera excepcional, la determinación de todos para hacer frente a la amenaza terrorista de nuestra sociedad.
Ese sobresalto de civilización, desgraciadamente,  deja de piedra a los yihadistas, encerrados en su deriva obscurantista y su locura destructora. Sería necesario que ese sobresalto se concretice y que los jefes de Estado sobrepasen sus divergencias para encontrar respuestas a estos actos barbaros.
Encontrar el justo equilibrio entre libertad y seguridad reforzada. Prevenir la tentación de la yihad a la cual ceden jóvenes mal integrados, mal en su piel, dejados sin perspectiva, presas fáciles de una islamización radical y que buscan, bajo cubierto de humanitario, unas veces en Siria, en Irak o en Yemen, una compensación mórbida a su malestar.
También se debe atacar las raíces del mal. Tenemos que saber que el terrorismo al que estamos confrontados, tiene su origen en la Tormenta de Oriente Próximo, los conflictos sirio, iraquí, afgano, la cuestión palestina, Libia o Yemen, una compensación mórbida a su malestar.
El sobresalto al terrorismo debe tomar forma en una resolución para encontrar, de una vez por todas, respuestas políticas a los problemas que lo alimentan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario