Palestina en la ofensiva diplomática

En estos momentos, Palestina está presente en todos los frentes diplomáticos. Los palestinos, presentan en Nueva york un proyecto de resolución para que su Estado sea reconocido, con Jerusalén por capital.

En Ginebra, los Estados firmantes de las Convenciones de ginebra, se reunieron para denunciar las violaciones de los derechos humanos por parte de Israel en la banda de Gaza.

En Estrasburgo, los diputados europeos, votaron una resolución de apoyo al reconocimiento de Palestina. Se mueven las cosas en el terreno diplomático y la presión aumenta sobre Israel.

Cada día, los palestinos, reciben nuevos apoyos, pero ellos también toman iniciativas para intentar forzar el destino. Con todo, no ven la luz al final del túnel de la libertad.

En Nueva york como en Ginebra, Israel puede contar con el veto americano cuando se votan textos demasiado exigentes para sus intereses.

Washington se enfada por la falta de cooperación de Jerusalén, pero los EEUU no darán la espalda a Israel. Presionados por los países árabes, para que intervengan en el conflicto, los americanos, que necesitan el apoyo árabe para luchar contra los yihadistas en Irak y Siria, podrían aceptar en la ONU un texto que se limite a una nueva ronda de negociaciones de paz y fijar fechas.

Después de Gran Bretaña, Francia, Irlanda y España, sin ir tan lejos como Suecia, el parlamento europeo votó una resolución de apoyo al reconocimiento de Palestina.

Una resolución de apoyo, no un reconocimiento, las palabras cuentan, se miden. El texto subraya que el reconocimiento de Palestina debe pasar por las conversaciones de paz. Un empujoncito a los Americanos.

No son las declaraciones de reconocimiento de Palestina lo que harán avanzar las cosas. El conflicto israelopalestino no se resolverá solo con negociaciones. Las resoluciones de la ONU y del Parlamento europeo que van en esa dirección son justas, pero no harán avanzar la solución del conflicto si en las negociaciones solo intervienen palestinos e israelíes. Nunca pudieron ni podrán entenderse, es necesaria una participación firme y decidida de la comunidad internacional.