sábado, 20 de diciembre de 2014

Un muro cae en Cuba, otro se levanta al este


Veinte y cinco años después de la caída del muro de Berlín, BaracK Obama y su homólogo cubano Raúl Castro derrumban otro muro en América central. Un muro virtual que resistió 52 años, totalmente anacrónico, que solo sirvió para hacer sufrir a los ciudadanos cubanos.

Los americanos lo levantaron en tiempos de la guerra fría con la Unión soviética. Washington quería estrangular el régimen comunista de Fidel Castro, caballo de Troya soviético a las puertas de los EEUU.

El bloqueo no consiguió derrocar al régimen cubano y Los hermanos Castro siguen mandando en la isla, Fidel pasó el relevo a Raúl. Obama se dio cuenta de la jugada y reaccionó con lucidez aprovechándose de circunstancias favorables.

Las circunstancias estaban del lado del presidente americano que ya había anunciado en 2008 que quería terminar con esa guerra fría tropical.

El momento para pasar de las palabras a los actos fue bien pensado. Por una parte Obama no puede ser reelegido presidente y puede tomar una decisión audaz que lo hace entrar en la historia, pero arriesgada, puesto que no puede contar con la mayoría en el Congreso para levantar el embargo. Por otra parte Cuba, obligada a comer pan seco después del hundimiento de la Unión soviética, sufre la caída de los petrodólares de su vecina Venezuela.

Una nueva crisis sería fatal para los hermanos Castro. Los intereses personales de los presidentes cubano y americano fueron superiores a las diferencias ideológicas.

Un muro se derrumba en el Caribe y otro se levanta en Europa, también virtual pero muy real.

Vladimir Putin, presionado por el desplome del rublo, sigue firme en sus botas y culpa a los Occidentales de todos los males del mundo. Las sanciones, ineficaces contra Cuba, si tienen efecto contra Moscú, pero también contra Europa, a la que impiden dar salida a los productos que abastecían los mercados rusos.

Sin otros medios para oponerse a los deseos expansionistas de Moscú, las nuevas sanciones aprobadas por Europa contra Crimea, anexionada por Rusia, son ladrillos añadidos a ese muro, vestigio de la guerra fría.

De Berlín a Cuba, la historia demuestra que los muros, siempre terminan cediendo bajo el peso de las realidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario